jueves, 8 de julio de 2010

No es tanto lo que me molesta..





Primero que nada, me molestan los hombres que no se bañan o se bañan poco.
Me molestan los hombres impedidos emocionalmente y los excesivamente sensibles también. 
Me molestan los hombres que me entienden.
Me molestan los hombres tacaños, y a los que el dinero les duele profundamente (que no es lo mismo que ser rata) (de lo cual tomaré nota por si nos peleamos y nos volvemos a ver, llorá con billetes las lágrimas que yo).
Me molestan los hombres que pagan todo y lo disfrutan demasiado. 
A propósito, un hombre que no es caballero no es hombre. Es lacra. 
Me desmotivan los hombres que les pinta convertirse en Caniches Toy en celo durante la cita. Ni tigres, ni pumas, ni salamandras. Caniches. 
Me molesta la inversión de roles entre el hombre y la mujer, pero más me molesta que existan tales cosas como "los roles" en una relación.
Me molestan las etiquetas y los hombres de etiqueta y los que aspiran a una etiqueta también. 
Me enerva la gente que no se ríe. Más me enerva que eso me provoque esforzarme en hacer chistes, que cuanto más empeño les pongo, peor me salen. 
Me molestan los hombres que hacen cosas que no les nacen, solo porque piensan que a tus ojos, van a quedar bien. Me molesta que piensen que no te vas a dar cuenta. 
Me molestan los hombres por demás dominantes, porque para dominante estoy yo. Más me molestan los hombres que se dejan dominar. 
Me gusta saber que, cuando le pregunto a un hombre en qué piensa y contesta "en nada", su respuesta es totalmente sincera. O a lo sumo será "en tu culo", "en el doparti de mañana", "en tu sonrisa", según clasifique en caballero o lacra, o un poco de los dos. O no. 
Más me gusta poder estar silencio con un tipo y que eso no represente un momento incómodo para los dos, sino que al contrario, sea un momento memorable.
Me molestan los hombres-dotto, me fastidian sus poses y la fantasía de que permanentemente los enfoca una cámara. De igual manera me hastían aquellos cuyo propósito es carecer de pose alguna y eso los vuelve posadores también. 
Me enferma la imbecilidad del hombre. 
Me enferma la imbecilidad de la mujer que quiere a un hombre.
Me enferma el circo tragicómico por el que pasamos buscando algo parecido al amor. 
Me molesta cualquier persona que no piense que el poder lo tenemos las mujeres. Me irrita de cualquier manera, que se considere que hay algo como un “poder” sobre otro. 
Me impacientan los hombres que piensan demasiado en el amor: qué es, cómo se identifica, qué te provoca. Más me fastidian aquellos que no se lo permiten, como si el amor fuese algo de lo que algunos están exentos. 
Me enferma el principio de finitud que rige cualquier encuentro, que sin embargo, ha de quedar clavado con una chinche al caucho de tu recuerdo.
Me complican las frases tales como “hablamos en la semana”, me molesta la falta de disimulo alguno de la prominente mentira que esas palabras crean. “No nos hablamos una mierda” me molestaría bastante menos. Un mensaje a los dos segundos de haber bajado de su auto, es lo peor que hay. 

Me molesta que me pregunten, ¿qué le ves? Todo le veo, desde el primer hasta el último punto de la lista, pasando por cada borde enfermizo, uno por uno los detalles de su persona que te provocan escribir listas, que te provocan replantearte: “Sí, de verdad ¡¿¡¿ QUÉ LE VEO?!?!” y terminar entendiendo que punto por punto, borde por arista, detalle por entero, TODO DE ÉL TE GUSTA. 


mell, 

4 comentarios:

  1. Muchas de estas frases, me definen exactamente. Me sentí muy identificada con La Tana.. si soy una mujer jodida.. Si así de jodida

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  2. El mejor lejos: "Me molestan los hombres que me entienden". MAL.

    También comparto que hagan cosas que no les nacen, solo porque piensan que van a quedar bien y que no te vas a dar cuenta, y lo del silencio.

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  3. me reí a carcajadas, sola, leyendo lo que escribiste, sos muy buena, de verdad

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