domingo, 25 de julio de 2010

bla bla bla bla

Me aturde la voz del pelotudo del notero que se escucha de fondo, que tal vez no sea ningún pelotudo pero el ruido me exaspera y entonces lo convierto a él en un pelotudo. El ataque de migraña es inminente, me pateó el hígado nivel kung fu. Creo que ni falta que hace que exponga que detesto profundamente la televisión. No, no miro botineras, no tengo idea qué hay en Canal 13 a las 8, estoy excluida de ciertas situaciones sociales porque de Fort y Pachano conozco lo que me comenta mi abuela cuando almuerzo en su casa y de eso entiendo un octavo de oración, y gracias que recuerdo sus nombres.
Puedo citar un día allá por el primer cuatrimestre de mi segundo año de carrera, los 15 minutos previos a entrar al parcial de comercial. Debates, señores, y de los buenos: ¡¿¡¿QUIÉN MATÓ A NOMEACUERDOQUIÉN?!?! Soy de la puta oligarquía y solo miro series yankees y el forro que tiene el poder sobre el control remoto no tuvo mejor idea que poner…la lacra.
Al margen de eso, me siento mal. Me siento mal y llueve y hace frío y quisiera por hoy, solo por hoy, la presencia de un hombre sin cara con quien pueda quejarme animosamente, lo cual va a resultar algo encantador para él: me va a abrazar, por ahí unos besos en el cuello, incluso en mis mofletes frondosos.… Un hombre sin cara y sin nombre, un hombre por hoy y sin después. Más que nada sin después

mell

1 comentario:

  1. Un hombre inflable!
    Y sobre todo, desinflable, pa que no ocupe lugar cuando no se lo necesite.

    jajaja

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